Actualización profesional en tiempos de COVID-19

Unico

En Venezuela, desde el 16 de marzo el país se encuentra en modo pausado, explico, la cuarentena debido al COVID-19 no se cumple en su totalidad, porque la situación económica no lo permite, muchas de las actividades rutinarias que se hacían con normalidad, ahora, son una odisea tan siquiera pensar en lograrlas, pero al final del día se realizan con todo y sus obstáculos.

En mi caso, he sido de aquellas personas que conscientemente ha acatado el confinamiento desde el día uno, solo salgo una vez por semana a comprar algo de comida y trato en la medida de lo posible de realizar trabajos desde casa, que no requieran traslados ni exposiciones innecesarias. Al salir, me da ansiedad ver como otras personas van por la calle sin mascarilla, sin tomar metro de distancia, olvidando lo que sucede alrededor… considero que soy muy valientes y no piensan en el futuro. Es decir, no hay que pararse, no se debe pausar la vida por una pandemia, si no por el contrario tratar de seguir adelante con los cambios que ahora son parte del día a día del ciudadano, pero, sin olvidar que se está expuesto, entonces, preferí acatarlo lo mejor posible.

Parte de la frase tan cliché “la vida sigue”, durante estos largos meses de cuarentena, me he dado a la tarea de revisar internamente cuáles son las actividades que me apasionan, las que disfruto, las que me sirven para crecer y fortalecer mi mente y mi espíritu que me alejan de la preocupación y esos pensamientos que de a ratos merodean mi cabeza. A pesar de que no es fácil realizar un ejercicio de este estilo, he quedado gratamente sorprendida porque si hay mucho que hacer, tan solo hay que enfocarse en lo que te hace feliz cuando el entorno está tranquilo y eso que logras conseguir, te servirá para tener distracción y paz cuando todo pareciera ser color gris y no de colores vivos.

Para bien o para mal, siento que he corrido con suerte por haber estudiado lo que estudie, soy docente y esta situación de pandemia me ha hecho reflexionar sobre lo valioso que son los docentes tanto en aula, pero más, cómo lo son fuera de ella. Al iniciar el último trimestre del año escolar que recién termino en Julio, muchos ex alumnitos vinieron a mí, para asesorías académicas. Esto fue una oportunidad para reencontrarme con aquello que había pausado en mi vida y me hizo ver lo importante que es que todos estemos actualizados con la tecnología, hay profesiones que no paran nunca de actualizarse, la docencia es una de ellas. El que esos jóvenes me buscarán abrió posibilidades de crecimiento que no están de más. Al finalizar las semanas de asesoría me dediqué a buscar escuelas, universidades y centros de actualización que brindaran de  forma gratuita o paga oportunidades de conocimientos en el área. En este punto encontré valiosa información que me sirvió para estar entretenida, aprendiendo temas que ya tenía en mente, pero la “falta de tiempo” no me lo permitía. Ahora tenía todo el tiempo del mundo y qué satisfactorio es aprovecharlo de la mejor forma.

Los lugares que valoré para hacer estos estudios en mi área a nivel online, a través de la modalidad de cursos abiertos fueron los siguientes:

Universidad Metropolitana – Fundamentos de Gerencia Educativa.

Universidad Católica Andrés Bello-Estrategias Pedagógicas para un aprendizaje exitoso.

Centro Grafológico Sandra Cerro– Fundamentos de la Grafología.

Por supuesto en lo que me enfoqué fue en el área educativa, que es lo que me mueve, pero hay otras ofertas en otras áreas que al final se convierten en un plus en muchos sentidos, tanto personal como profesional. La única alerta roja para poder realizar actualizaciones de forma online, es poder tener el “lujo” de contar con conexión a internet, no digo rápida, porque es demasiado pedir, pero si, que se cuente con conexión…. Otras de las habilidades que se desarrolla estudiando de esta forma, es el manejo de la ira, el estrés, la frustración y la paciencia, por lo que considero, el aprendizaje es integral.

De esta manera sobrevivi a los primeros meses de cuarentena, estudie a mi ritmo, sin prisas, pero sin pausas, aprovechando tiempo valioso que no volverá si nos quedamos constantemente en la queja, en el pasado, en lo que pudo ser y no fue.  Estos logros, por muy sosos que se vean, representan satisfacción personal y un poco de ánimo para poder cambiar –algún día- todo lo que molesta y no debería suceder con ayuda de todo nuestro conocimiento, que a diferencia de lo material, es lo único que nos llevamos cuando ya no estemos en este plano.

¿La tarea?, poder ser partícipes del cambio y no quedarnos con lo aprendido, si no ser fuente de inspiración y de aprendizaje para otros.