Sin empleo en vísperas de Navidad… y ¿ahora qué?

Sin título

 

En las últimas semanas, se percibe ya el ambiente navideño, muchos ya hacen la diligencia familiar de ir haciendo los preparativos  para la compra de los ingredientes de las diferentes comidas tradicionales y se crean propuestas adecuadas para generar ese clima armónico que en estos tiempos, tanto hace falta.

Pero que sucede, cuando algún miembro de la familia en especial cabeza de familia, es despedido por reestructuración del área laboral en vísperas de navidad, ¿cómo debería actuar ante tal circunstancia?, considerando  dos aspectos importantes, primero el vivir  en un país donde el tema de la inflación te abraza diariamente y segundo  el comprender que  es uno de los momentos más críticos de la vida de toda persona con alto sentido de vocación al trabajo y al servicio.

En ese momento, pasarán miles de pregunta por tu radar y  un montón de emociones encontradas que difícilmente podrás controlar, estar sin trabajo puede tornarse complicado porque puede desestabilizarte a nivel económico, pero también trae consigo consecuencias psicológicas: depresión, ansiedad, estrés, insomnio…entre otras.

La cuestión es, que podrá ser menos desagradable en principio, si las personas que fueron tus jefes directos, te lo comunican de forma asertiva, a tiempo, dejando a un lado sus emociones e intereses propios para convertirse (quizás por una última vez, en esa área) en un líder quien te pueda asesorar, guiar y comprender hasta el final del camino laboral. Si esto sucede, en muchos casos no es tan traumática la salida. Después de este punto, hayas tenido o no jefes asertivos y comunicativos, hay trabajo que hacer para volver a ser la persona de antes, por eso te traigo algunos consejos que pueden ser aplicables, si pasas por esta realidad tan triste y angustiante:

Al momento del despido:

  1. Asegúrate que todo sea legal: Asegúrate de que el despido es legal o, de lo contrario, haz uso de tu derecho. Si consideras que el despido es injustificado, indebido o improcedente, negocia con las partes involucradas o haz uso de la ley e infórmate de los plazos para poder reclamar. Lo recomendable en este primer punto es no callarse nada y con el respeto y la humildad como valor personal por delante, dejar en claro que consideras inapropiado o no a los involucrados.
  2. No tomes la venganza como parte de tu proceso: Puede que estés resentido porque ahora te encuentras en una situación difícil, pero se debe ser objetivo. Tras valorar qué es lo que pudo haber sucedido, no te decidas por la venganza. Si tienes que reclamar algo hazlo, pero no intentes vengarte de otras formas, podrás salir perjudicado. Debes mantener tu dignidad, firmeza y tu ética profesional igual o más de elevado que antes, no has hecho nada malo, es solo una mala pasada, que deberás afrontar a tu
  3. No te lo tomes personal: El despido puede ocurrir por muchos motivos. En ocasiones, puede ser una decisión de la empresa para recortar personal, puede que tus competencias no encajen con el trabajo en el que estás o que tú mismo te hayas desmotivado por las condiciones o dinámicas laborales con las que te encontraste al momento de iniciar tu vida laboral.
  4. Presta atención a tus finanzas: Antes de tomar cualquier decisión sobre tu presente y tu futuro, asegúrate de que tienes tus necesidades económicas medianamente cubiertas. Debes ser realista en este sentido para no llevarte ningún susto. Recuerda que siempre será un buen momento para comprar moneda dura y ahorrar como tanto has querido, manteniendo así, un colchón o respiro para los próximos meses que te esperan.

Después del despido:

  1. Convérsalo con algún familiar o amigo cercano: Este punto es igual de importante como mantener una respiración y actitud calmada al momento de enterarte de esta noticia para nada agradable. Debes conversar como te hace sentir esa decisión con alguien externo a tu ámbito laboral, que te pueda aconsejar y que más allá de eso, te puedas sentir escuchado y de esa forma drenes todos los sentimientos que te invaden en ese momento. Aplica en el mismo caso si existe algún  compañero de trabajo con el que durante tu permanencia hayas tenido afinidad, En cuanto  a jefes directos, no todos nos expresamos de la misma forma y no todos somos buenos haciéndolo. Hay algunas personas que expresan con facilidad sus emociones y otras que por el contrario  no emiten ningún tipo de emoción, no quieren expresarse en el momento y simplemente están conformes con su soledad y silencio. Este tipo de personas, no se les debe presionar para hablar en el momento en que el otro quiera, es adecuado y necesario respetar ese momento, este tipo de presión suele suceder cuando el empleador no conoce bien a su empleado. El no hablarlo con alguien de tu entera confianza, puede ser nocivo para la salud. Y no es broma.
  2. Toma una decisión rápida: El despido es un escenario real en tu vida, así que no hay tiempo para lamentar. A corto plazo debes asegurarte de que todo está en regla, si quieres tomarte un tiempo para pensar y está en tus posibilidades darte ese tiempo, adelante. Primero toma una decisión inmediata sobre tu presente, luego ya tomarás decisiones a largo plazo.
  3. Acepta el duelo: Cualquier pérdida puede provocar consecuencias a nivel psicológico, y el proceso de duelo no solamente se refiere a la muerte de un ser querido o una ruptura de pareja, sino también a un despido de trabajo. Tras esta situación, existe un gran cambio en nuestra vida que puede perturbar: podemos sentirnos tristes por dejar un trabajo que nos gusta, melancolía por no volver a compartir momentos agradables con unos compañeros con los que nos sentíamos acoplados y pueden aparecer dificultades financieras con las que no se contaban.  Aceptar la cruda realidad, es el primer paso para poder seguir nuestro camino y levantar el ánimo lo antes posible para poder buscar solución.
  4. Conócete a ti mismo: Seguramente hayas estado en el mismo lugar de trabajo durante años, lo que puede haberte llevado a la zona de confort, o por el contrario este trabajo, pudo haber sido una decisión difícil de tomar para salir de esa zona de confort que te invadió por años, pero es una oportunidad para conocerte a ti mismo y saber quién eres. Ahora puedes reflexionar sobre tus talentos y sobre tus deseos, y así saber hacia dónde dirigir tu futuro.
  5. Mantén una actitud positiva: Seamos claros, no es una situación agradable; sin embargo, puede ocurrir y es algo que no puedes evitar cuando suceda. Así que debes mantener una actitud positiva para poder adaptarte al cambio lo antes posible. Ahora tienes una oportunidad para hacer lo que siempre habías querido. NO es fácil, pero tampoco imposible, esta actitud positiva, dependerá del contexto y las personas con las que te rodees.
  6. Reinvéntate y aprovecha el cambio: Después de conocerte a ti mismo, es el momento de aprovechar esta nueva oportunidad. Quizás quieras emprender o tal vez quieras optar por un empleo que te motive más. Esta desvinculación puede ser una circunstancia para crecer tanto en el plano personal como laboral.

Y recuerda… todo es pasajero, nada se mantiene en el tiempo (a menos que así lo decidas), la vida está llena de oportunidades y el que menos piensas, estará para apoyar y tender una mano en momentos difíciles. ¡Tan solo confía!

Deja un comentario